lunes, 19 de julio de 2010

Un poema de Abigail Rodríguez Contreras
Uno también idealiza sus desgracias.
Aquí estaré yo para esconderme y que jamás me encuentres
la gente común aprendió a volar
pero yo he aprendido a arrastrarme

En el inestable vaho de cada súplica
busco tierra adentro una razón para asfixiarme
lenta
mente
hacia los sonidos más amargos
donde las lagunas se sequen

Aquí, más que en otros lados
me sepulto, porque aquí prefiero
regalar mis armas para destruir los muros blancos
condenar lo delicado a una infinita suciedad de asesinato

Me vierto en la sombra de los orígenes del amanecer primero
uno más bien violento invade los cielos
y en la última voluta de mi boca
sale un grito que se ahoga en la tierra
conmigo

domingo, 18 de julio de 2010



El cartón se queja
y le duele el tiempo en que se arruga
y llora los rayos que lo decoloran,

el cartón está muriendo,
convierte sus sueños
en la camisa de un regalo,

en la cubierta de un agujero de concreto...
Un poema de Juan Carlos de Leon
Dentro
por cierto
el amor está en los
tendederos
en los calzones
en el trajín cotidiano
en las coladeras abiertas
en las suelas de zapato
en la inconmensurable
barbare del amor
está, por cierto
en la mañana
en mi cuarto
en mi mesita
en el reloj despertador
que desquicia mi día
y recalca tu huida
está
profético
en la comida
del perro
en mi comida
en la sien
del paranoico
en la siniestra y larga
risa del engaño
se filtra
en la madrugada
en los comerciales baratos
en la casaca del vago
en las formas del cielo
cayendo a pedazos
y va a parar
en la piel de la fruta
en su estructura
en su humedad dulzona
en su centro
en su abertura
en la soltura de beso de ese par de tontos en la banca del parque
en los números de mi calculadora
en la voz de los políticos infames
en mis setenta horas de oficina,
en sus sillas
en el refejo de mi computadora
en la voz de mis amos
en sus puntos suspensivos
¡que reviente el opaco
cielo en milones de sollozos dolientes!
que revienten mis manos sobre mis manos
que reviente mi historia a tu lado
y nos trague la adorable soledad
por cierto
mi amor está
aquí, punzante y amargo
a la vista de todos
exhibido
está
realmente
tratando de decirme algo:
el verdadero amor
se encuentra dentro
y merece ser utilizado

viernes, 28 de mayo de 2010

Temporal


 El cartón se nos hace polvo, en la vida que nos pasa como quien va paseando en una tarde tranquila.

El cartón nos vuelve trozo de memoria a punto de caer en el olvido; en las ásperas manos nos hereda un poco de calor en el amor que se mantiene, que es pulpa de la carne y de los sentidos.

El cartón se hace añejo, a la par en que el tiempo nos devora, pero los sueños, esos hilos que nos unen con la infancia, son lo que aminora el dolor de los partos de la muerte, nos cierran los ojos, nos dan consuelo, en el mar en el que nuestros huesos surcan la descomposición del comienzo.

sábado, 15 de mayo de 2010

Segunda colaboración de José Antonio Carmona Poeta de Cartón Honorario

Me ha dicho el guía, que el limbo es muy molón


Y que aquí cartones…

hay a montones

Por la crisis, reciclados,

Y que al cielo van los santos

Y lo no tanto

Vamos al limbo,

Escalo a un tetrapack

De enormes dimensiones…

Por los banqueros

Que aquí, allí los meten y los embalan

(a ver si ablandan)

Y luego por DHL al infierno que los mandan

Colaboración

A gradecemos por su contribución a
José Antonio Carmona
 Poeta de Cartón Honorario


Vestida estrafalaria (y sin pintarse)


sale al paso de mis años por la esquina

Con voz grave, cavernosa (algo chillona)

Va... y me grita:

-¡Véngase mortal de las puñetas!

-¡Deje el traje de domingo y la corbata!.

¡Deje...



La interrumpo



-Señora... vale ya de liturgias trasnochadas

Mire usted que me viene mal salir ahora...

Tengo un hijo con quién monto en bicicleta

Tengo otro que es poeta

Y una niña a la que sueño por las noches...



No me hizo caso...



Y ahora escribo desde un limbo de diseño....

algo frío y lejano de mis cosas

Mientras, espero una visita guiada y pizpireta



Vestida estrafalaria (y sin pintarse)


sale al paso de mis años por la esquina

Con voz grave, cavernosa (algo chillona)

Va... y me grita:

-¡Véngase mortal de las puñetas!

-¡Deje el traje de domingo y la corbata!.

¡Deje...



La interrumpo



-Señora... vale ya de liturgias trasnochadas

Mire usted que me viene mal salir ahora...

Tengo un hijo con quién monto en bicicleta

Tengo otro que es poeta

Y una niña a la que sueño por las noches...



No me hizo caso...



Y ahora escribo desde un limbo de diseño....

algo frío y lejano de mis cosas

Mientras, espero una visita guiada y pizpireta

sábado, 1 de mayo de 2010

De Fuertecito nada quedo.


-Mamá, mamá cuándo volveremos a ver el sol.
-Pronto- dijo la madre, abrazando al pequeño cartón, sin la fuerza para decirle que su alma se consumiría al ritmo de un acero caliente e inoxidable - Pronto veras la luz del día una vez más.

Ciudades




sin una fijación preestablecida en el contrato


algún arquitecto decidió

basar el mundo en una figura que se elevaba hasta el cielo

juntar grandes páginas en largos edificios



y nosotros, como pequeñas hormigas,

habitaríamos sus centros

los centros de esos edificios carentes

del principal alimento

que es el calor de los cuerpos vecinos



nos mudamos

gritaron los otros

y cerraron las pastas en las que nos guarnecíamos

cerca del río



nos mudamos

no notaron que los edificios contaminaban la visión del horizonte

ni que en esos hormigueros sin reina

nos quedaba el peligro de carecer

de compañía



no necesitamos compañía

tendremos autos y televisiones y basura por doquier



sin una fijación preestablecida en el contrato

los ciudadanos se dedicaron a construir sus vidas hacia abajo,

en grandes edificios que apuntaban al cielo






Olor a Plátano

El olor a plátano se desparrama o lo haría si pudiera, el aroma de sus pecas, de su oscuro flanco, de su largo y entallado traje lleno de milagros bizarros, de conjuntos que no pasan de una forma fija, es un olor grave, como la voz de un viejo que se mea en su propia ropa y luego de llorar, olvida; es el olor de los roces de la carne, de una carne contra carne, sin placer.




Todo huele a plátano, a esa cascara rancia que se sumerge en el lodo junto con mis pechos y yo creo que el basurero está lejos, que nosotros no lo vemos, no podemos entender su trascendencia en la mochilita en donde los niños llevan la comida de los recreos, en la pulpa disuelta en el licuado, en todos los grados de desayuno a cena, de piel tersa a arruga firme… ese olor se cuela incluso por mis poros, lo invade todo y luego se derrama sobre mi sueño, me hace soñar con el gajo de su desperdicio, con la carne, que le forma por dentro, vuelta jugo y viscosidad y penetrante aroma, los mosquitos se forman como buitres de menor tamaño en torno a la cascara, no es porque sean menos crueles, no porque su figura sea menos tajante; se forman porque han aprendido a sobrevolar lo frágil.

lunes, 26 de abril de 2010

jueves, 22 de abril de 2010

Uno se enamora,
en los líquidos, en las esquinas y
hace nadar sus deseos en la última gota
del cartón.
Uno le grita: te extrañare,
cuando su cuerpo ya tocó la boca
y dejó el vaso,
cuando ahogo dentro de la lengua
y se perdió, para ser parte del
juego de la digestión colectiva de amor.

viernes, 16 de abril de 2010

2

Estos cartones que me rodean, y que son prisiones, siempre lloran mi adelantado canto, sudan hasta hundirme en la desesperanza; algún gigante, allá afuera, es constantemente devorado por cuervos mientras yo, encerrada en un cartón plastificado, cumplo la condena de no perder el contenido de mi herida, de no terminar de ahogarme en el dolor y de desear prestarme al sueño de arrojar mi cabeza – nudo de consciencia-, sobre las piedras.
Es que yo no soy cartón.



Y no guardo las memorias liquidas que tú presumes,
no me vendo, no soy igual,
pero formo parte de ti,


yo soy tu muerte, un tatuaje que no puedes quitar de tu espalda.

jueves, 15 de abril de 2010

1

El cartón me pesa

                         me pesa

                                me pesa

                                              quiero dejarme en su cuerpo,

                                              para que mis hijos me lleven al cielo,

                                              en un barco gigante de origami .

miércoles, 14 de abril de 2010

¡Bienvenidos!


Porque del cartón somos y al cartón volveremos