lunes, 19 de julio de 2010

Un poema de Abigail Rodríguez Contreras
Uno también idealiza sus desgracias.
Aquí estaré yo para esconderme y que jamás me encuentres
la gente común aprendió a volar
pero yo he aprendido a arrastrarme

En el inestable vaho de cada súplica
busco tierra adentro una razón para asfixiarme
lenta
mente
hacia los sonidos más amargos
donde las lagunas se sequen

Aquí, más que en otros lados
me sepulto, porque aquí prefiero
regalar mis armas para destruir los muros blancos
condenar lo delicado a una infinita suciedad de asesinato

Me vierto en la sombra de los orígenes del amanecer primero
uno más bien violento invade los cielos
y en la última voluta de mi boca
sale un grito que se ahoga en la tierra
conmigo

2 comentarios:

  1. Impresionante. Me parece que no todos vuelan, volar es lo mas difícil arrastrarse lo que nos deja seguir de alguna manera sin sufrir las reales consecuencias de todo

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  2. esta re bueno esto pero...y las actualizaciones?

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